MIEDOS INFANTILES
El miedo no siempre es patológico, en la mayoría de los casos es una respuesta adaptativa, nos ayuda a evitar peligros y por tanto nos protege en determinadas situaciones.
En el niño forman parte de su desarrollo evolutivo, algunos tipos de miedo son más probables que se desencadenen a una edad determinada.
– Durante los dos primeros años de vida los niños tienen miedo a las personas extrañas, a las alturas y a la separación de su figura de apego.
– Entre los dos y seis años de edad es frecuente que aparezca el miedo a los monstruos y a seres imaginarios, así como a la oscuridad.
– De los 6 a los 8 años desaparecen los anteriores y se observa un incremento del miedo a las catástrofes o a las enfermedades.
– De los 8 a los 12 años suele aparecer el miedo a la muerte, al abandono o al divorcio de sus padres.
– A partir de esta edad, es más habitual que los miedos tengan un carácter más social, como puede ser el miedo rechazo o a las relaciones interpersonales en general.
En la mayoría de los casos, estos miedos tienden a desaparecer a medida que se van haciendo mayores, sin embargo nos encontramos con niños en los que estos miedos persisten en edades en las que ya no deberían tenerlos. Muchos padres se preocupan por ello ya que las reacciones de sus hijos suelen ser muy intensas y provocan un elevado malestar en sus hijos acompañado de reacciones de ansiedad, llanto, dificultades para dormir, alteraciones en el apetito o problemas académicos.
Es importante no dejar pasar estas situaciones y se desaconseja evitar las situaciones temidas, ya que de esta manera no desaparecerá el miedo. En estos casos es importante acudir a un psicólogo infantil, existen técnicas psicológicas que ayudan a los niños a vencer sus miedos. El psicólogo dará pautas tanto a los padres como al propio niño y le enseñará cómo afrontar las situaciones temidas.
Centro de Psicología Camins
