IMAGEN CORPORAL
Vivimos en una sociedad en la que se da una importancia sobrevalorada a la apariencia física. Constantemente nos bombardean con imágenes de modelos con cuerpos perfectos y mensajes que promueven la idea de que el atractivo físico es sinónimo de aprobación y éxito. No es de extrañar que si asumimos estos mensajes como verdaderos y nos comparamos con estos modelos de belleza, percibamos que nuestro cuerpo se aleja de lo que se considera ideal. De este modo, nos podemos sentir presionados para alcanzar unos estándares estéticos poco reales y puede surgir una actitud negativa hacia nuestro propio cuerpo. Esto puede resultar dañino ya que estar insatisfechos con nuestro cuerpo aumenta el riesgo de tener baja autoestima, a la vez que nos empuja a seguir dietas estrictas, a practicar ejercicio físico excesivo, e incluso a someternos a cirugías peligrosas e innecesarias. Pasar tiempo preocupándonos por nuestro cuerpo y por cómo mejorarlo nos aleja de otros objetivos que pueden ser más importantes para sentirnos bien con nosotros mismos.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra imagen corporal?
- Ante todo, recordemos que somos mucho más que nuestro aspecto físico. Valoremos todas nuestras cualidades, habilidades y logros.
- Prestemos atención a cómo nos sentimos con nuestro propio cuerpo, no lo comparemos con el de los demás.
- Seamos críticos con los mensajes sociales y las imágenes irreales que se transmiten por los medios de comunicación.
- Apreciemos todo lo que el cuerpo hace por nosotros, es nuestro vehículo y nos permite hacer lo que queramos.
- Utilicemos un lenguaje positivo, seamos amables con nosotros mismos.
- Cada cuerpo es único, tratémoslo con respeto y cuidémoslo.
Amanda Barberá, psicóloga de Camins