DE MAYOR SERÉ ABOGADO PERO AHORA NO QUIERO ESTUDIAR: Niños que tienen claras sus metas pero no hacen nada por conseguirlas
Una de las preocupaciones más comunes entre los padres es la falta de interés que muestran sus hijos hacia el estudio. Se quejan de que no les gusta estudiar y que no tienen ninguna motivación por aprender en el colegio o instituto. Sin embargo, a pesar de esa apatía académica, algunos de estos niños dicen firmemente que quieren estudiar una carrera o describen la profesión a la que se quieren dedicar, están convencidos de que lo van a conseguir. En muchos casos parecen tener claro su futuro pero no su presente. Da la sensación que se trata de posturas contradictorias, por una parte no existe interés en el colegio pero por otra tienen claro que quieren dedicar su futuro a estudiar para tener un título universitario o una profesión de éxito.
En este planteamiento hay algo que no funciona, no se puede conseguir una matrícula en la universidad si antes no se estudia en el colegio o instituto, parece obvio. Entonces, ¿por qué no se aplican en el presente?, ¿por qué no se esfuerzan en colegio ahora para conseguir sus metas en el futuro?, ¿qué les impide entender que es necesario estudiar?. En Camins llevamos más de 15 años trabajando con niños de todas las edades y nos hemos dado cuenta de que la causa principal reside en el esfuerzo, estos niños no tienen conciencia de esfuerzo y en muchas ocasiones confunden el esfuerzo con el interés. Tienen la convicción de que cuando estudien lo que ellos quieren se esforzarán, creen que el esfuerzo va unido al interés. Esta creencia es la que les lleva a no esforzarse hoy y la que les hace pensar que en un futuro sí que lo harán, “en la universidad estudiaré lo que a mi me gusta”. Pero realmente se trata de una creencia trampa. Y es muy fácil caer en el error de que podré estudiar lo que me apetezca a pesar de que ahora no lo haga. Son niños que están acostumbrados a posponer las responsabilidades y las obligaciones pensando que más adelante lo podrán hacer, cuando tengan más ganas o estén más motivados. Sin embargo, esta motivación parece no llegar y a medida que van pasando los años en lugar de acercarse su sueño universitario parece que se aleja más y más.
Tenemos que empezar a educar en la cultura del esfuerzo, solo trabajando se pueden conseguir metas. El esfuerzo no solo debe hacerse en aquello que nos interesa, de hecho ese es el esfuerzo fácil, el que realmente cuenta es aquel que no nos gusta, el que nos cuesta de verdad, en el que tenemos que poner toda nuestra concentración para poder obtener resultados. El esfuerzo difícil es el que nos ayudará a conseguir aquello que nos propongamos.
Centro de Psicología Camins