EL PODER DEL ESFUERZO EN LOS NIÑOS
Existen personas que han conseguido triunfar en la vida por un golpe de suerte, hay algunos afortunados a los que les ha cambiado la vida después de que les tocara la lotería o heredaran una fortuna de un familiar lejano. Sin embargo, estos casos no son habituales y es poco probable que nos pase a nosotros. La realidad es bien distinta y hoy sabemos que muchas personas que tienen éxito en la vida lo han conseguido a base de esfuerzo y trabajo constante.
Esta capacidad de esfuerzo y perseverancia la encontramos también en la infancia. Existen niños muy constantes en sus estudios y con una actitud basada en el esfuerzo, estos niños suelen tener un buen rendimiento académico independientemente de su inteligencia.
Carol Dweck, psicóloga norteamericana de gran prestigio en psicología y educación, mantiene la existencia de dos tipos de niños en función de su mentalidad. Ella dice que hay niños que tienen una mentalidad de crecimiento, estos niños piensan que la inteligencia es algo que se puede modificar, creen que con esfuerzo pueden hacer que aumente y por tanto son niños que trabajan duro y que cuando se encuentran ante una tarea difícil no se rinden e intentan resolverlo hasta que lo consiguen. En el otro extremo se encuentran aquellos que tienen una mentalidad fija, los niños con esta forma de pensar creen que la inteligencia no se puede cambiar y por tanto están convencidos de que el esfuerzo no les va a llevar a ser más inteligentes o a aprobar más asignaturas.
Esta teoría es muy interesante en el campo de la educación ya que nos permite tanto a los padres como a los maestros insistir en que los niños tengan una mentalidad de crecimiento, pues sabemos que así es más probable que su rendimiento en el colegio o el instituto sea mayor. Solo con cambiar algunas cosas podemos favorecer este tipo de mentalidad, debemos animar y elogiar a los niños cuando se esfuercen, incluso si el resultado no es del todo bueno, de esta manera aprenderán y se darán cuenta de lo importante que es trabajar y ser constante a la hora de estudiar.
Centro de Psicología Camins
