FALSAS CREENCIAS SOBRE IR AL PSICÓLOGO
Seguro que has escuchado frases, o tú mismo las has dicho alguna vez, como: “yo no estoy loco”, “lo mío no es tan grave, hay gente que está mucho peor”, “no estoy tan mal como para ir al psicólogo”, “ir al psicólogo es para gente débil”, “debería poder resolver mis problemas yo mismo”, “si no sé resolver yo mis problemas ¿cómo va a saberlo un desconocido?”…
Esto es comprensible teniendo en cuenta que muchas veces no está claro el papel de un psicólogo, en qué consiste su trabajo y cómo puede ayudarnos. Vamos a analizar cada una de estas frases o preguntas para darles respuesta:
- “Yo no estoy loco”: para empezar deberíamos definir el concepto de locura. Según la Real Academia de la lengua Española (RAE) la palabra loco tiene varios significados, pero referidos al pensamiento y conducta humana explica lo siguiente: que ha perdido la razón, de poco juicio, disparatado e imprudente. Dentro de esta descripción podríamos encajar cualquiera de nosotros en algún momento de nuestras vidas. En ocasiones somos imprudentes, impulsivos y actuamos con poco juicio. El problema es asociar locura a algún trastorno psicológico grave como, por ejemplo, la esquizofrenia. Es más, el concepto de locura ya no se utiliza hoy en día porque hay muchos matices a tener en cuenta respecto a la salud mental (diferentes patologías, niveles de gravedad…).
- “Lo mío no es tan grave, hay gente que está mucho peor”: en este caso no tiene mucho sentido la comparativa porque, si vieras que tienes molestias para caminar por un dolor fuerte de cadera, ¿no irías al médico a revisarte?, ¿o pensarías que como hay gente que está peor, por ejemplo, en silla de ruedas, tu caso no es tan grave y no debes vigilar lo que ocurre? De hecho, siempre conviene revisar y prevenir, antes que lamentar.
- “no estoy tan mal para acudir al psicólogo”: muchas personas esperan y aguantan hasta el límite de sus fuerzas antes de decidir acudir a un psicólogo, y esto hace que el tratamiento cueste más esfuerzo y tiempo que si se hubiera solicitado ayuda al inicio de los síntomas.
- “Ir al psicólogo es para gente débil”: esto es completamente falso, es más bien al contrario. Al psicólogo no acude quien tiene problemas, problemas tenemos todos, si no quien tiene la valentía y fortaleza de querer enfrentarlos y resolverlos.
- “Debería poder resolver mis problemas yo mismo”: empecemos porque los “debería” suelen ser pensamientos que nos hacen sentir mal, porque implican que no estamos haciendo las cosas como correspondería o que tendríamos que estar haciendo más de lo que hacemos. A veces esto es posible y otras no, hay situaciones en las que nos vemos desbordados, en las que ponemos en práctica lo que creemos que podría ayudarnos a resolver nuestros conflictos y, aun así no vemos los resultados esperados. No hay nada de malo en consultar con un profesional que nos oriente, que nos guíe y que nos dé pautas y herramientas que poder poner en marcha y que nos sirvan, no sólo para resolver el problema actual, sino para saber cómo responder a conflictos futuros.
- “Si no sé resolver yo mis problemas, ¿cómo va a saberlo un desconocido?”: es fácil pensar que si yo, que conozco mejor que nadie mi vida privada, no comprendo lo que ocurre o no sé cómo solucionarlo, dudemos de que un desconocido sepa lo que conviene hacer. Sin embargo, un psicólogo no es cualquier desconocido, es una persona con una amplia formación en conducta humana y en como los pensamientos y las emociones pueden influirnos y que, aunque no sepa cómo es tu vida al mismo nivel que tú, con la información que va recabando a través de entrevistas o cuestionarios, puede hacerse una idea de lo que ocurre y comprender, desde un punto de vista objetivo, (el cual nosotros mismos no podemos tener porque somos los implicados) cuál es la problemática a tratar y el enfoque que se ha de tomar para solucionarla.
De modo que, si te estás planteando si necesitas ir al psicólogo, probablemente sea así. Seguramente sea porque estás notando que algo no anda bien y te veas perdido/a al respecto.
No hay nada de malo en consultar a un profesional si tenemos dudas, él mismo nos dirá si necesitamos asistencia o si no es algo que requiera una intervención. Más vale prevenir que curar.
Eva del Río
Psicóloga sanitaria de Psicología Camins