SÍNDROME POSTVACACIONAL
Bienvenido a la rutina del trabajo, la escuela, y la vida diaria en general. Vuelven el despertador, los atascos, las prisas, las tensiones y las responsabilidades.
Ante este panorama no son pocos los que padecen un cierto estrés. Es lo que se denomina síndrome postvacacional, y que no es más que un proceso de readaptación al ritmo cotidiano.
Esta ansiedad se suele manifestar a través de síntomas como la apatía, el cansancio, la falta de concentración, el nerviosismo, el estrés, la tristeza y, en ocasiones, trastornos del sueño.
Estos síntomas suelen durar entre diez y quince días, el periodo medio de adaptación de nuestro cuerpo a los cambios.
Muy pocos casos de estrés postvacacional precisan de ayuda médica y/o psicológica.
Desde el Centro de Psicología Camins recomendamos seguir ciertas pautas que ayudan a superar las molestias derivadas de esta readaptación a la vida cotidiana, cuando sea posible:
- Dormir suficiente, con el fin de evitar el cansancio acumulado.
- Planes divertidos fuera del trabajo. Haz la vuelta más agradable planificando actividades que te motiven después de la jornada laboral.
- Hacer deporte ayuda a despejar la mente, a mantenerte en forma y a desconectar después del trabajo.
- Dieta equilibrada y respetar los horarios y comidas.
- Fíjate en lo positivo. A lo largo del día también nos pasan cosas buenas: unas palabras amables, unas risas a la hora del café, una llamada telefónica de alguien que se preocupa por nosotros…
- Ten paciencia. El síndrome postvacacional es pasajero. Una vez que te hayas encarrilado en tu rutina los síntomas desaparecerán. Es cuestión de actitud y de tiempo.