¿Te animas a bucear en tu propio iceberg?
¿Insomnio? ¿ansiedad? ¿tristeza? Son muchas las formas en las que nuestro cuerpo nos manifiesta que algo no va bien. Ahora que ya estamos metidos en la nueva rutina del curso, nos es más difícil encontrar momentos de conexión con nosotros mismos, hasta que llega un momento en el que uno siente que no puede más.
¡Qué importante es saber escuchar nuestras emociones! Todas ellas tienen una función que debemos saber acoger. Por ejemplo, la tristeza nos indica que nos estamos alejando de un bien para nosotros, mientras que la alegría nos indica que estamos siguiendo el camino correcto.
El problema viene cuando no las escuchamos, porque se nos empiezan a acumular, y, para poder ser escuchadas, nuestro cuerpo genera lo que los psicólogos llamamos “síntoma”, es decir, una señal de alerta que nos indica que algo no va bien. Ese síntoma (insomnio, tristeza, ansiedad, depresión…) no deja de ser la punta de un iceberg que en su profundidad esconde la raíz que origina y mantiene ese síntoma (malestar en el trabajo/estudios, problemas en casa, dificultades en nuestras relaciones, etc.).
Trabajar el síntoma es muy importante, puesto que es lo que genera el malestar actual. No obstante, quedarnos solo en la punta del iceberg y no trabajar los factores que originan y mantienen el síntoma, puede hacer que en un tiempo aparezca de nuevo ese mismo síntoma u otro diferente.
Desde Camins, te proponemos acompañarte no solo en el tratamiento del síntoma, sino que queremos bucear contigo alrededor de ese iceberg para poder atender a todos esos factores que originan ese malestar, y que así no vuelva a aparecer.
Teresa Lamana Selva
Psicóloga sanitaria de camins