ENGANCHADOS AL MÓVIL
Estar rodeados continuamente de tecnología hace que muchas veces no hagamos de ella un uso responsable. Esto se hace más complicado en los adolescentes. Es un problema en el momento en que su vida gira en torno a realizar esa conducta (jugar a ese juego, utilizar esa aplicación, etc.) y no es capaz de estar un solo día sin realizarla. No es tan importante el uso que se dé, sino la relación que se establece entre la persona y las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). No se crea adicción a todas las nuevas tecnologías sino que se centra en alguna en concreto, ya que cada tipo de videojuego/aplicación tiene sus propias características (se repiten acciones, se negocian recursos para conseguir unos objetivos, se suben fotos, etc.). Las aplicaciones más adictivas suelen ser aquellas que nos permiten relacionarnos con otras personas.
Óscar lleva una temporada que se pasa todo el día metido en su habitación cuando está en casa. Sus padres están preocupados porque ven que su hijo se siente cansado por las mañanas, cuando están sentados en la mesa come muy rápido para volver a la habitación y ha descuidado su aseo personal, aspecto que jamás había pasado antes. Debido a las bajas calificaciones que ha tenido últimamente en el colegio fueron a reunirse con su profesor, el cual les dice que Óscar ha cambiado de amigos, ha dejado el baloncesto y que su hijo esta irritable y más cuando le llaman la atención por estar mirando el móvil en todo momento en clase. Ya es la quinta vez que se lo tienen que quitar en el último mes. Sus padres, a partir del comentario del profesor, empiezan a observar la conducta de su hijo con el móvil y el ordenador. Al final de la semana contabilizan que su hijo está conectado a la red alrededor de 6 horas diarias dedicando aproximadamente 5 horas a estar con el móvil y una con el ordenador. Deciden quitarle el móvil por una temporada y lo que sucede es que su hijo se vuelve más irritable, se pone agresivo con ellos cuando les pide que le devuelvan el móvil y ellos se lo deniegan, además les está despareciendo pequeñas cantidades de dinero de la cartera…En ese momento se plantean ir al psicólogo y pedir ayuda