EL PODER DE LA RESILIENCIA EN LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.

La adolescencia, junto con la niñez, es una etapa crítica en la que se empiezan a experimentar cambios emocionales y sociales. El control de las emociones y el ajuste del comportamiento de acuerdo a las demandas del entorno dependerá de las habilidades emocionales que el adolescente posea. En este contexto, la resiliencia se convierte en una herramienta para el bienestar mental y desarrollo personal de los niños.

La resiliencia es la capacidad de una persona para adaptarse positivamente a pesar de las adversidades, superar obstáculos, traumas o situaciones estresantes. Otra de sus definiciones es la capacidad de recuperación que la persona tiene después de un acontecimiento traumático. No implica ignorar el dolor o las dificultades sino enfrentarlas para aprender de ellas y crecer como resultado de esa experiencia.

Durante la adolescencia, los jóvenes se enfrentan a diversos desafíos como la presión académica, conflictos familiares, problemas de identidad… En estos casos la resiliencia nos permite:Regular mejor las emociones.

  • Fortalecer nuestra autoestima.
  • Aumentar la capacidad de resolver problemas.
  • Reducir síntomas ansiosos y depresivos.
  • Fomentar la autonomía y la toma de decisiones.

No obstante, las familias y las escuelas cumplen un rol esencial puesto que pueden ayudar a promover la resiliencia. Algunas estrategias que pueden ser útiles son:Validar sus emociones sin juzgar.

  • Mostrar cómo manejar la frustración, pedir ayuda o aprender de los errores.
  • Animarlos a buscar soluciones por sí mismos.
  • Celebrar los esfuerzos, no solo los logros.
  • Destacar sus fortalezas.

Nerea Prats. Psicóloga en prácticas en Camins Castellón

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