LAS ETIQUETAS EN TERAPIA: ¿AYUDA O LIMITACIÓN?

Psicólogo Castellón

LAS ETIQUETAS EN TERAPIA: ¿AYUDA O LIMITACIÓN?

En el mundo de la terapia psicológica, las etiquetas diagnósticas son una herramienta comúnmente utilizada para describir y clasificar los trastornos mentales. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿estas etiquetas son realmente beneficiosas o pueden llegar a ser una limitación para el proceso terapéutico y el crecimiento personal?

Las etiquetas pueden ser útiles por varias razones. En primer lugar, nos permiten a los psicólogos establecer un marco de referencia claro para entender y tratar los síntomas del paciente. Un diagnóstico preciso puede ayudar a guiar la selección de estrategias terapéuticas y tratamientos adecuados, lo que mejora la eficacia de la intervención. Además, las etiquetas pueden facilitar la comunicación entre diferentes especialistas, asegurando una atención más coordinada y eficaz.

Para muchas personas, recibir un diagnóstico puede ser un alivio, ya que les proporciona una explicación para sus experiencias y emociones. Saber que sus dificultades tienen un nombre y que hay tratamientos disponibles puede reducir la incertidumbre y el sentimiento de soledad. Un diagnóstico también puede abrir la puerta a acceder a recursos especializados, como grupos de apoyo, terapias específicas y estrategias adaptadas a su condición.

A pesar de sus beneficios, el uso de etiquetas también conlleva riesgos. Un diagnóstico puede volverse una carga cuando se convierte en una identidad inamovible. Las personas pueden llegar a identificarse tanto con su etiqueta que limitan sus posibilidades de cambio y crecimiento. Frases como “soy ansioso” o “soy depresivo” pueden reforzar la idea de que la condición es parte fundamental de su ser, en lugar de reconocer que es algo con lo que están lidiando en un momento determinado de su vida.

Además, existe el peligro del estigma asociado a ciertas etiquetas, lo que puede generar prejuicios en la sociedad e incluso en el propio individuo. El estigma social puede hacer que una persona diagnosticada con un trastorno mental enfrente discriminación en su entorno laboral, social o familiar. Esto puede llevar a la autocensura, la evitación de situaciones sociales y la resignación ante su condición. En algunos casos, las etiquetas pueden afectar la autoestima y la percepción que una persona tiene sobre sus propias capacidades.

Es fundamental que los psicólogos utilicemos las etiquetas de manera responsable, enfocándose en el individuo más allá del diagnóstico. Una forma de lograr esto es adoptando un enfoque centrado en la persona, en el que el diagnóstico sea solo una guía y no una sentencia. Debemos recordar que el paciente es un ser humano con una historia única y compleja, que no puede reducirse a una categoría clínica.

En lugar de decir “eres depresivo”, podría ser más útil decir “estás experimentando depresión en este momento”, lo que ayuda a desidentificarse del trastorno y verlo como una situación transitoria que puede cambiar con el tiempo y con el tratamiento adecuado. También es importante que el terapeuta fomente la autonomía y el empoderamiento del paciente, brindándole herramientas para gestionar sus dificultades sin quedar atrapado en una etiqueta limitante.

Las etiquetas en terapia pueden ser tanto una herramienta útil como una limitación. Lo importante es usarlas con prudencia y asegurarse de que no definan a la persona ni limiten su crecimiento. Es esencial recordar que cada individuo es más que su diagnóstico y tiene la capacidad de evolucionar más allá de él. La terapia debe centrarse en el bienestar y la adaptabilidad del paciente, ayudándolo a desarrollar recursos internos y estrategias para enfrentar los desafíos de la vida sin quedar atrapado en una etiqueta.

Ana Egea. Psicóloga Centro Camins Castellón